Una de las estrategias efectivas que utilizan todos los gobiernos para la desmovilización de las Organizaciones Sociales es la coptación de los liderazgos a través de Puestos y Contratos.
Los así coptados por lo general justifican sus ambiciones personales con supuestos discursos del cambio y la comprensión correcta del momento político, pactando cualquier dádiva a cambio de contribuir a silenciar a quienes históricamente defienden la resistencia permanente como fuente de conocimiento y de Poder Popular Alternativo.
Se suma la presión mediante la estigmatización, amenazas y hasta asesinatos de líderes que no se someten al atentado contra la autonomía e independencia de dichas organizaciones.
Además, a través de ONGs y a nombre de la «cooperación para el desarrollo» se somete a las organizaciones a priorizar «la incidencia institucional» en el marco de las políticas globales impuestas por el capitalismo verde como «el desarrollo sostenible» que después de 30 años «consolidó el control corporativo de los territorios y la naturaleza».
A través de este discurso del ambientalismo verde de mercado se vienen coptando «organizaciones ambientalistas» que ahora promueven la COP 16 a nombre de la «Paz con la naturaleza» al mismo tiempo que se atenta contra la Soberanía Nacional pactando con el Comando Sur de los Estados Unidos la ampliación de las bases militares en el Pacífico para el control geopolitico de América Latina y la apropiación de nuestra biodiversidad por parte del capital corporativo transnacional.
Hay que impedir que los estallidos de las luchas sociales se apaguen con estas estrategias de coptación y de la desmovilización que sólo favorecen a las trasnacionales y estimulan el surgimiento de nuevas estructuras criminales del narcoparamilitarismo.